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Un creciente número de gente escucha música en vinilo, dado que tiene "algo especial".
Sin embargo, después de haber realizado numerosas audiciones con los sistemas de vinilo, le encontramos varios inconvenientes, los prácticos y los técnicos.
Los inconvenientes prácticos son el tener que estar levantándose para cambiar el tema o dar la vuelta al disco, el tener que estar limpiando cada disco con mucho cuidado para no arrastrar las partículas de polvo y rallar los surcos, el almacenaje en sí, etc. En realidad estos "inconvenientes" a algunas personas les resultan "románticos".
Los inconvenientes técnicos son muy numerosos, y entre ellos los más inmediatos son el tener que estar ajustando el contrapeso, el antiskating y el VTA, por ejemplo. Lo del VTA tiene más dificultad debido al "gramaje" de las distintas estampaciones y calidades, ya que hay un ángulo concreto medido en grados a los cuales la aguja lectora ha de estar para una lectura correcta y con la menor distorsión posible, y en casi cada disco habría que retocar el VTA, cosa impensable en los platos por debajo de cierto nivel económico, un nivel que deja al 99% de los usuarios fuera de esta opción, además de que es una labor técnica y muy pesada.
Los otros inconvenientes técnicos están en la propia concepción de la ecualización RIAA (Decca y Columbia son las otras dos normas de ecualización de grabación de vinilos) y en los niveles de salida tan bajos de las cápsulas, los cuales hay que amplificar normalmente unas 1.000 veces, por lo tanto para que haya silencio y muy poca distorsión, eso requiere de unas electrónicas que siendo realistas no son lo que abunda y que se disparan de precio, lo que hace que el conjunto de lectura analógica si realmente deseamos algo bueno, esté solo al alcance de muy pocas personas en el mundo.
Luego está la propia cápsula fonocaptora. La separación de canales habitual suele estar entre 30db y 40db, además de la fragilidad de la misma, del cuidado de la punta de lectura, ya que se puede ensuciar y provocar mucha distorsión, o se puede romper muy fácilmente, etc.
Para empeorar las cosas, los vinilos se rallan con una facilidad asombrosa, se desgastan y van perdiendo calidad con cada lectura, tienen muy poco margen dinámico, no son lineales sobre todo cuando nos acercamos al final del disco, el cual está en la periferia, hay mucho ruido en la zona media, el plato se acopla con la acústica de la sala y retumba en la zona del grave, etc.
Todavía a día de hoy tenemos que escuchar los mismos argumentos de hace 50 años, esos que dicen por ejemplo que el vinilo es "continuo", es decir, que frente al formato digital es mejor porque no se "trocea" la señal musical, pero claro, eso era antes.
Las grabaciones digitales modernas lo único que tienen son ventajas frente al vinilo o frente a cualquier fuente analógica como los magnetófonos de carrete abierto por ejemplo. Teniendo en cuenta que hoy en día se graba como norma a 24bits y entre 96Khz y 192Khz, tenemos un ancho de banda real de entre 40 y 90Khz, cosa con la cual el vinilo ni siquiera es capaz de soñar. Antes se argumentaba que los ultrasonidos que se crean en el vinilo, al ser dinámicos (es decir, que se "mueven" en el tiempo) y mezclarse con la audición, provocan en nuestro cerebro una sensación y que nos parece que el vinilo tiene esa "magia", pero teniendo en cuenta el ancho de banda de una grabación digital, eso mismo puede ocurrir también, aunque lo que está ocurriendo en realidad es que el vinilo distorsiona en alta frecuencia.
Imaginemos entonces que disponemos de un conjunto analógico de lectura con el cual podemos reproducir los vinilos de forma óptima, con una electrónica bien diseñada, y cuyo resultado musical es muy bueno. Seguiremos teniendo casi todos los inconvenientes antes citados, pero por un precio que está fuera del alcance del 99,99% de la población, y que sin embargo con un sistema de reproducción digital, no tendremos ninguno de los inconvenientes del vinilo, de hecho tendremos mejor calidad, y su coste no superará el 10% de lo que nos hemos gastado en el primer sistema de lectura.
Por lo tanto, siendo realistas y prácticos, el vinilo no tiene ningún sentido hoy en día, y más aún cuando los muy pocos sellos discográficos que siguen estampando vinilos no han innovado nada y las estampaciones son las mismas que las de hace 40 años. Además de que las empresas contadas con los dedos de una mano, que realizan estampaciones de calidad de estudio, solo hacen unas 500 copias máximo, a unos precios escandalosos, y si no corres a comprar esa copia, te quedas sin música. También la variedad musical está muy limitada, mientras que en digital está prácticamente toda la música que existe.
Continuará...